Uno de los grandes problemas a los que como representantes de estudiantes nos estamos enfrentando de manera continua es el caos de nuestros órganos representativos. La representación estudiantil no posee una estructura orgánica ni lógica ni estructurada. Lo que es más importante, lo existente parece estar construido intencionalmente para generar este caos.
Puede ser que realmente estemos ante un error histórico, de falta de actualización de lo que tenemos a la nueva realidad de la Universidad. Pero esto no puede continuar siendo una excusa. Nosotros y nosotras asumimos nuestros errores, pero esperamos que los y las demás, desde arriba especialmente, también lo hagan. No sólo demandamos que la AGE (Asamblea General de Estudiantes) comience a funcionar, sino que realmente lo que necesitamos es un compromiso del nuevo equipo de revisar y consensuar todo el modelo de representación estudiantil, generando los espacios más participativos, democráticos y activos posibles. Un único reglamento para el conjunto de los ADR’s, una definición de las funciones de los delegados y delegadas, un calendario lógico, una mayor difusión e información de las asociaciones, una cogestión del CADE y el Nou Dise…. Queremos participar. Ahora la pelota está en el tejado de todos y todas ustedes. Pueden seguir hablando igual que los demás o pueden, de verdad, intentar enfrentarse a este problema histórico y sentarse con todos los sindicatos estudiantiles para avanzar en una reforma necesaria. Esta debería ser una de las premisas básicas de actuación del nuevo rector o rectora.
Como avanzada nosotros y nosotras les presentamos una propuesta sobre la figura de los y las delegadas de clase/curso, que busca favorecer la participación.
En torno a la figura del delegado de clase
Desde el grupo de estudiantes de Acontracorrent pensamos que la nueva figura de delegado de clase es una gran oportunidad para descentralizar los órganos de representación estudiantil y acercar la participación al estudiante haciéndola más libre y democrática. Sin embargo desde dentro del ADR venimos detectando la intención de muchos de nuestros sindicatos de presentar a sus miembros como delegados de clase ya que la normativa permite que ambos cargos sean compatibles. El problema que encontramos es el peligro de que éstos acaben defendiendo sus propios intereses y los de su sindicato, concentrando de nuevo la representación estudiantil en manos de unos pocos grupos.
Para evitar que esto suceda lo primero que hay que hacer es definir el papel del delegado de clase y fijar las funciones que debe cumplir. Después de estar debatiendo toda la tarde hemos decidido plantear la siguiente propuesta, que puede ser ensayada de manera piloto en alguna facultad. Creemos que lo mejor es aplicar un modelo de participación asamblearia donde el representante es un mero portavoz o secretario de las decisiones que se toman dentro del grupo. Éste solo podrá elevar propuestas o decisiones cuando éstas hayan sido discutidas y expuestas previamente en clase, por lo que la postura debe estar debidamente justificada con el acta de la asamblea correspondiente donde consten: Nº de participantes, puntos del día que se han tratado y resultados de la toma de decisiones, (con nº de votos a favor, en contra y abstenciones); firmado por tres estudiantes que certifiquen el proceso. La asamblea es la forma más democrática de participación y dado el número de alumnos por clase es además muy viable. Mediante este procedimiento se garantiza que las decisiones del grupo sean las que lleguen a los órganos de representación. En segundo lugar, este modelo motiva la implicación de todos y todas con la facultad, ya que la participación no se reduce a un día de elecciones, si no que el grupo está presente a lo largo de todo el proceso y aprende a reconocerlo. Esto resulta muy positivo para el/la estudiante, porque le permite establecer un nexo directo entre su acción y las políticas que se toman en órganos mayores, dotándola de sentido. Por otra parte, el proceso de análisis, reflexión y debate que se da lugar en una asamblea ayuda a formar una conciencia crítica y desarrolla competencias de trabajo en equipo, colaboración, toma de decisiones y resolución de problemas que contribuye a la formación integral del estudiante. Por todo lo expuesto, solicitamos que se considere esta propuesta y se renombre al “delegado” como “portavoz” Ya que se trata, precisamente, de no “delegar” la responsabilidad de participar de forma activa en la facultad.
Un modelo aproximado, y completamente abierto al debate, sería:
PROPUESTA INICIAL:
La figura del delegado ha sido siempre un punto de conexión entre los alumnos y los órganos de gobierno de la Universidad, así como hacer las veces de portavoz y mediador de las partes.
Así pues, en respuesta al deterioro que ha sufrido la función de delegado, y para evitar manipulaciones por parte de los sindicatos estudiantiles que defiendan sus intereses y no los del grupo/clase que representa. Presentamos la siguiente propuesta:
Sobre la información del delegado:
- La mejor manera de creer de verdad en la representación estudiantil es promocionándola. En ese sentido llevamos años reivindicando que el movimiento estudiantil, los sindicatos y asociaciones existentes, las posibilidades de participación individual y colectiva, etc… sean informadas a los y las estudiantes que llegan a la Universidad. No hacerlo, a día de hoy, muestra el total desinterés por motivar nuestra participación. Existen medios de sobra para ello (correo electrónico, setmana de benvinguda, agenda del curso, posibilidad de montar jornadas…). Creemos que, por ejemplo, la introducción del tema en las agendas sería un gran avance, no sólo para la figura del delegado/a, sino para el conjunto de la representación estudiantil.
Sobre la elección del delegado:
- Nombramiento de un delegado/a por clase/grupo mediante votación directa.
- Tras ser nombrada la figura, ésta recibirá una lista de todas las direcciones de correo electrónico de su clase. De tal forma, que tendrá capacidad para comunicarse con los demás compañeros y compañeras de una manera más informal y cercana.
- Asimismo, tendrá la obligación de informar a los y las estudiantes de cuales son sus funciones y capacidades, que veremos más adelante. Incluyendo también los mecanismos de cese del mismo delegado/a a petición de la clase.
Sobre la función del delegado en el ADR:
- Una vez programada una reunión, desde el ADR se debe hacer llegar, con al menos una antelación de una semana, al delegado/a la orden del día, de manera que el mismo, la haga llegar a los y las estudiantes, en no menos de dos días después de recibirla, que representa, para realizar una asamblea a nivel de clase, donde se debata y se voten los puntos del orden del día. (En cuanto a lugar, día y hora de las asambleas lo abrimos a debate, pero creemos que debe aparecer vinculado a alguna asignatura troncal, ya sea antes ya sea después de la clase, o incluso rotatoria. No esperamos una duración demasiado larga, ya que el correo que el delegado envíe ha de servir de explicación previa. Además, creemos que se puede generar una dinámica que abra espacios independientes de debate).
De esta forma fomentamos que la voz y la decisión del y la estudiante llegue directamente a un órgano democrático donde se escuche y se tome en cuenta, salteando las barreras burocráticas que desincentivan cualquier participación.
- El día de la asamblea de clase, se realizara un debate y una votación que quedará reflejada en un acta firmada por tres estudiantes testigos. Además. Para los no asistentes, el delegado/a enviará un correo electrónico con los resultados de la votación como confirmación.
- Llegada la fecha de la reunión del ADR, el delegado deberá entregar para tener derecho a voto:
- Copia del correo de la orden del día enviado a la clase.
- Acta original de la asamblea.
- Copia del correo confirmatorio del resultado de la votación.
En caso de no acreditar cualquiera de los anteriores, el delegado/a tendrá derecho a voz pero no a voto en la reunión del ADR, ya que no se puede acreditar que su voto sea el del conjunto de la clase.
Sobre la revocación del delegado/a:
- El delegado/a podrá ser revocado a petición de la clase y deberá ser anunciado con antelación y con la consiguiente convocatoria de asamblea. La votación será a mano alzada de los y las asistentes y se elegirá a un nuevo delegado/a, el cual pasará a representar a la clase en el ADR.
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